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La apuesta por la cocina tradicional de Isa y su familia en la Venta El Puente

La joven propietaria junto al resto de la plantilla conformada por los integrantes de su familia y una camarera. // CharryTV

La joven propietaria junto al resto de la plantilla conformada por los integrantes de su familia y una camarera. // CharryTV

La joven de 26 años dirige desde hace un año y medio este mítico establecimiento situado en la pedanía de La Indiana

24 Feb 2025 - 10:04 // Charry TV Noticias

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Las carnes a la parrilla son muy demandadas, especialmente durante el fin de semana. // CharryTV
Las carnes a la parrilla son muy demandadas, especialmente durante el fin de semana. // CharryTV

Cuentan con embutidos, hortalizas y otros productos de la zona.  // CharryTV
Cuentan con embutidos, hortalizas y otros productos de la zona. // CharryTV

Las tapas de callos, albóndigas, carne con tomate y salchichas son de las más demandas.  // CharryTV
Las tapas de callos, albóndigas, carne con tomate y salchichas son de las más demandas. // CharryTV

Se encuentra en el kilómetro 5,5 de la carretera hacia Benaoján.  // CharryTV
Se encuentra en el kilómetro 5,5 de la carretera hacia Benaoján. // CharryTV

Los clientes suelen pedir esta esquina de la amplia terraza junto a la fuente.  // CharryTV
Los clientes suelen pedir esta esquina de la amplia terraza junto a la fuente. // CharryTV

Paloma González

Hace un año y medio, Isabel, de 26 años decidió tomar las riendas de la Venta El Puente, uno de los establecimientos más longevos e identitarios de la pedanía rondeña de La Indiana. La joven nos cuenta que no contaba con experiencia previa, pero sus padres sí. Además, ella ha estudiado administración y finanzas por lo que se veía capacitada para llevar la gestión, siendo una buena oportunidad laboral para el resto de su familia.

De esta forma, los Jiménez se pusieron manos a la obra y volvieron a abrir las puertas del local, apostando por una comida tradicional. Mari, la madre de Isa, es quien se encarga con la ayuda de la hermana menor de la propietaria de los fogones.

“Yo empecé a cocinar con mi tía en la Piscina del Hondón y siempre he trabajado en esto, haciendo, sobre todo, platos con las recetas de toda la vida. Es lo que más nos gusta a nosotros y lo que más nos piden. Además, yo soy de las que lo pruebo todo antes de servirlo porque si a mí no me gusta como ha salido, no se lo ofrezco al cliente”, asegura.

Así, entre las tapas más demandadas se encuentran los callos y la carne con tomate. También se venden muchas salchichas al infierno, albóndigas en salsa o filetes con salsa de champiñones. Mari señala que, además de los platos en carta, ofrecen un menú que van cambiando todas las semanas a lo que hay que sumar los postres caseros.

Manolo, el padre, es el responsable de la parrilla. “Yo no confiaba mucho al principio porque mi mujer y yo llevamos trabajando toda la vida en hostelería, pero ella es muy joven y no tenía experiencia”, confiesa.
Sin embargo, el negocio está saliendo adelante con muy buenas reseñas por parte de la clientela, que también destaca las buenas carnes que les ofrecen en la venta.

“Lo primordial es trabajar con productos de calidad, tanto las verduras que nos traen los vecinos de La Indiana, como las carnes. Después hay que aprender a cogerle el punto. No me costó mucho, la verdad, pero es difícil poner la ternera al punto que quiere el cliente. Nosotros lo que hacemos es ponerles una parrilla más pequeña con su carbón debajo para que ellos lo terminen de hacer”, señala Manolo.

La familia cuenta con una empleada, encargada de atender a los clientes y con el cariño y el apoyo de todos los vecinos de La Indiana y de sus clientes, tanto los habituales como los de paso entre los que se encuentran viajeros de diferentes nacionalidades.

“Pasamos muchas horas aquí. Hay días que llegamos a las nueve de la mañana y no nos vamos hasta las diez de la noche. Alguna vez incluso hemos cerrado de madrugada porque no nos gusta echar a nadie. Es verdad que con este paisaje y con los vecinos, es más llevadero porque en La Indiana se está muy bien”, apunta Isa.

La joven confiesa que en el futuro le gustaría cambiar de sector y poder desarrollar su profesión en una oficina, pero está muy contenta con esta experiencia que le está sirviendo para adquirir nuevas aptitudes y habilidades de atención al cliente y espera que la Venta El Puente siga siendo el sustento económico de sus padres durante muchos años más.

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