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El museo taurino de La Dehesa: memorias y recuerdos de toda una vida ligada al toro

Salvador Molina nos muestra algunas de las fotografías que cubren las paredes de la habitación // CharryTV

Salvador Molina nos muestra algunas de las fotografías que cubren las paredes de la habitación // CharryTV

“Es mi pasión" asegura Salvador Molina, quien ha expuesto en una de las habitaciones de su casa todo el material que ha ido recopilando a lo largo de sus 82 años.

28 May 2021 - 19:18 // Charry TV Noticias

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Salvador también conserva entradas, carteles y hasta juguetes // CharryTV
Salvador también conserva entradas, carteles y hasta juguetes // CharryTV

Pequeño altar similar al de las capillas de las plazas dedicado a su nieto // CharryTV
Pequeño altar similar al de las capillas de las plazas dedicado a su nieto // CharryTV

Paloma González

Salvador Molina ha perdido la cuenta de la cantidad de fotografías, carteles y libros que guarda en un pequeño trastero en la parte baja de su casa. Tampoco su mujer, María, sabría enumerar el material que recubre las paredes de este pequeño “museo de la tauromaquia”, que así es como lo llaman.

A sus 82 años, este rondeño se define como un gran aficionado de los toros. Una pasión que comenzó cuando apenas tenía 12 años. “Yo vivía en la Alameda y los aficionados iban a la plaza a torear y yo me iba detrás. Y ya empecé a ayudar con las banderillas, a regar la plaza, a enchiquerar... Todas esas cosas”, nos explicaba.

Toda una vida ligada al mundo del toro le ha permitido conocer a sus ídolos, Antonio Ordóñez y Espartaco, y a personajes tan relevantes como el propio Orson Welles: “Estaba trabajando de chófer para el Ayuntamiento cuando vino a Ronda y fui yo quien lo llevó a la finca de Ordóñez”.

Fotografías, libros, pañuelos de la Goyesca de Ronda, banderillas, entradas de corridas, cuadros… Un sinfín de recuerdos propios y de familiares y amigos que ha ido recopilando con el paso de los años.
Pero hay algo que destaca y que encontramos nada más abrir la puerta de este pequeño santuario. Se trata de un pequeño altar, con velas, fotografías y estampas de santos que Salvador le ha colocado a su nieto Juan Carlos Molina, el novillero Moli de Ronda.

“Yo creo que va a ser un buen matador, porque le gustan los toros desde pequeñito”, asegura con orgullo. Como dice el refrán, de tal palo tal astilla. No es para menos ya que Salvador ha inculcado su amor por la tauromaquia a toda su familia y ahora espera que su nieto triunfe en este complicado mundo.

Aunque esta exposición es de disfrute particular, son muchos los vecinos de su barriada, La Dehesa, que ya la conocen por lo que cada vez son más los que ayudan a Salvador a seguir aumentando su colección. María dice que a su marido esta habitación le da la vida y espera que así siga siendo durante muchos años más.

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