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Rafael Lara recibe la Insignia de oro de APETAM por sus 59 años de trayectoria al volante

Rafael Lara (en el centro de la imagen), cuenta que condujo su primer autobús con 16 años mientras hacía el servicio militar. // CharryTV

El empresario, propietario de la compañía Lara y López Autobuses S.L., fue distinguido en las XVIIIª Jornadas sobre transporte de viajeros de la asociación

María José García

Rafael Lara tiene 75 años. Es el propietario de la empresa de transporte de viajeros Lara y López Autobuses S.L., y la semana pasada fue uno de los distinguidos por su trayectoria profesional con una Insignia de oro durante la XVIIIª edición de las Jornadas de APETAM (Asociación Provincial de Empresas de Transporte de Málaga), el único rondeño.

Lara es, probablemente, uno de los conductores más veteranos de España, y cuenta con naturalidad cómo condujo su primer autobús con 16 años y hoy día, a sus 75, lo sigo haciendo aunque “de forma esporádica”. “Yo en la mili, en Sevilla, con 16 años llevé un autobús, aunque era ilegal. Vamos… En la vida civil, porque había que sacarse el carnet para autobuses con 24 años”, explica Rafael. 

El transportista dice que este premio no se lo esperaba “para nada”, aunque se muestra orgulloso de que la asociación ponga en valor ese esfuerzo construido durante décadas, y confiesa ser poco partidario de las distinciones porque cree que llegan “para quitar a uno del medio”. 

Las Jornadas de APETAM, celebradas en Málaga los días 27 y 28 de febrero, supusieron un foro para que los profesionales del sector debatiesen acerca de los principales retos a afrontar en pleno siglo XXI, y en una época en la que la oferta en el transporte de viajeros es cada vez más amplia. 

“Hay una competencia desleal muy fuerte”, mantiene Lara, y pese a que considera que la calidad de los vehículos y la seguridad de los transportes han evolucionado “de manera brutal”, está convencido de que esa excesiva competencia perjudica estos aspectos. 

A su juicio la administración local sale ganando. “Cada vez que hay un concurso, cada dos o tres años, ellos están ahorrando, por provincia fácilmente unos 3 o 4 millones de euros, mientras nosotros vamos en decadencia. Yo pienso que en los últimos 10 años hemos podido perder un 40% de lo que nos pagaban por el servicio de transporte escolar hasta el 2007”, explica el empresario. 

“Antes éramos menos, lo llevábamos muy bien, había bastante unión y llegabas a los concursos, se respetaba la zona y hoy todo es abaratar, abaratar y abaratar”, expone, al tiempo que afirma con contundencia que “nosotros mismos somos los culpables de que la situación haya llegado hasta aquí”.