Ronda > Sociedad

Ramadán: El mes de las restricciones alimenticias y sociales en honor a Mahoma

Rafael Pimentel y Amalle Saab abrieron las puertas de su pastelería el pasado mes de octubre. // María José García

Rafael Pimentel y Amalle Saab abrieron las puertas de su pastelería el pasado mes de octubre. // María José García

Descubrimos de la mano de Rafael Pimentel y Amalle Saab, propietarios de la pastelería árabe Del Califa, en qué consiste esta tradición del islam

26 Apr 2021 - 18:58 // Charry TV Noticias

Más imágenes

En el establecimiento puede adquirirse tanto repostería árabe como andaluza. // María José García
En el establecimiento puede adquirirse tanto repostería árabe como andaluza. // María José García

La Chabakia, uno de los dulces marroquíes típicos, es una especie de pestiño. // María José García
La Chabakia, uno de los dulces marroquíes típicos, es una especie de pestiño. // María José García

María José García

A mediados de abril comenzaba el mes sagrado del Ramadán, una época en la que los musulmanes llevan a cabo una serie de restricciones sociales y alimenticias desde que sale el sol hasta que se pone.

Durante las horas de sol los musulmanes que deseen llevar a cabo esta tradición no deben comer ni beber nada, se prohíbe el consumo de alcohol, de tabaco y las relaciones sexuales, y además las mujeres no deben llevar maquillaje, perfume o joyas.

El origen de esta tradición se encuentra en el profeta Mahoma, que en su viaje para proclamar la palabra de Alá únicamente hacía vida por las noches. Así lo explican desde el Barrio de San Francisco el rondeño Rafael Pimentel y su mujer marroquí Amalle Saab, ambos musulmanes, que regentan una pequeña pastelería árabe junto a la Iglesia del Espíritu Santo. Se trata de una especie de “sacrificio” u homenaje al profeta, emulando sus acciones durante su peregrinaje.

“Desde que tenía 10 años nunca me he quejado de que tengo hambre o sed, eso no existe para nosotros. La gente cuando lo sabe me dice: Ay, haces Ramadán, sufres tanto... Y yo les digo que no, que todo lo que necesita el cuerpo se lo damos cuando se pone el sol”, responde Amalle, natural de Kenitra, que vive en nuestra ciudad desde hace unos tres años.

La pareja, que se conoció en Marruecos, aclara que existen excepciones para aplicar esta tradición para aquellos niños, personas mayores o pacientes con alguna patología que por sus circunstancias no puedan ayunar, al igual que ocurre con aquellas mujeres cuyo ciclo menstrual coincide con estas fechas. Ellas suelen atrasar el inicio del Ramadán.

Rafael explica que cumplir esta tradición en España resulta mucho más difícil que en otros países con menos horas de sol, y cuenta que en países con una mayoría de musulmanes, las ciudades adaptan sus horarios para limitar su actividad a las horas sin luz y así facilitar el recogimiento y la quietud que suele caracterizar a las mañanas y tardes.

Una vez que cae el sol se propician los encuentros con familiares, amigos y conocidos para compartir la comida y romper el ayuno en compañía. Es típico hacerlo con dátiles y leche, aunque también durante esta época se estila el consumo de dulces árabes como los que podemos encontrar en Del Califa, como por ejemplo la Chabakia, una especia de pestiño pero sin vino: “Es un pastel frito especiado con canela, almendra, canela, y clavo”.

Rafael, que ha trabajado en Marruecos como chef de repostería, señala que existe toda una cultura en torno al dulce, y que al igual que sucede en España con las torrijas, en aquel país todos suelen hacer pasteles cuyos ingredientes principales son “los frutos secos, la miel, harinas no tratadas, sémolas de trigo finas y muchas especias”. Características que lo convierten en un pastel muy sano.

Aunque las puertas de Del Califa se abrieron por primera vez el pasado mes de octubre, en un contexto de cierre de fronteras y limitaciones para prevenir posibles casos de COVID-19, Pimentel asegura que la acogida de los rondeños ha sido muy buena, e incluso de turistas del extranjero que pese a las restricciones a la movilidad han podido desplazarse hasta nuestra ciudad.

“Estamos muy contentos porque tenemos clientes de muchas partes del mundo: de Australia, de Hawái, de América del Sur, del centro de Europa, Japón, Rusia… A nivel nacional también nos han visitado de Las Palmas de Gran Canaria o Galicia”, añade el repostero, y señala un gran mapa del mundo que puede verse en el interior del local con chinchetas distribuidas por multitud de países.

Entre semana Del Califa abre por las tardes, de 16:30 a 20:30, mientras que los fines de semana, sábados, domingos y festivos, lo hace de manera ininterrumpida de 8:30 de la mañana a 20:30 de la tarde.

Comentarios

Escribir Comentario Nombre: Email: Comentario:
Desarrollo y Diseño Web Sevilla Andrés Ramírez Lería