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La rondeña Ana del Valle, entre las cuatro personas más longevas del mundo en vencer al COVID-19

Imagen de la súper abuela rondeña, a punto de cumplir 107 años, hace escasos días en la residencia Tiempo Libre de La Línea de la Concepción // CharryTV

Es el caso de mayor edad que se conoce en España y solo la superan por apenas unos meses una mujer iraquí, la neerlandesa Cornelia Ras y la turca Havahan Karadeniz

Manolo Guerrero

En todo el planeta se habla de ella y no es para menos. La rondeña Ana del Valle es, hasta el momento, la española más longeva en superar el coronavirus y una de las cuatro personas con mayor edad que han sido capaces de curarse en el mundo del COVID-19, un virus que afecta especialmente a las personas mayores.

Ana del Valle y su sistema inmunológico han demostrado una capacidad de resistencia a prueba de pandemias, guerras y situaciones complicadas. Su madre, Isabel, la dio a luz en octubre de 1913. Ha sido una mujer de campo y una luchadora de una generación de hierro. La rondeña ya superó la denominada gripe española, que entre 1918 y 1920 acabó con la vida de más de 50 millones de personas en todo el mundo. Y ahora, tras el polémico traslado de los mayores de la residencia de Alcalá del Valle a La Línea de la Concepción, ha logrado contra todo pronóstico sobreponerse a un virus que, desgraciadamente, se ha llevado a otros residentes que compartían con ella espacio y vivencias. 

El de Ana es un caso único en nuestro país. Se trata de la persona española de mayor edad que se ha curado del COVID-19 y solo se conoce un caso similar, el de Elisa Velasco, una mujer berciana que está a punto de cumplir 105 años y que ayer abandonó la zona de aislamiento de la residencia La Rosaleda, en Ponferrada, tras confirmarse que ya no tiene síntomas de la enfermedad. 

Tampoco existen muchos casos en el mundo como el de nuestra paisana y solo se tiene constancia de tres mujeres que nacieron también en 1913 y que han recibido el alta durante este mes de abril. Son la neerlandesa Cornelia Ras, que reside en la pequeña isla holandesa de Goeree-Overflakkee; la turca Haravan Karadeniz, originaria de la provincia de Malatya y que se trasladó junto a su familia a Estambul cuando tenía ocho años y una ciudadana iraquí de la gobernación de Di Car de la que no han trascendido más datos.

Unos meses más pequeñas que la súper abuela rondeña son la británica Connie Titchen, que se recuperó tras su ingreso en un hospital de Birmingham por una neumonía aguda y terminó venciendo al COVID-19 y la eslovena Angela Ogulin, residente en Metlika, al este del país. 

A comienzos de mes la italiana Ada Zanusso se convirtió con 104 años en la persona más longeva en ganar la batalla a la pandemia. Reside desde 1947 en la ciudad piamontesa de Biella y, al igual que Ana del Valle, también logró sobreponerse a la gripe española. De su misma edad es Bill Lapschies, un veterano de la II Guerra Mundial natural del estado de Oregón. Se tenía constancia de otro caso en Estados Unidos, el de Vera Mueller, que recibió el alta a mediados de mes, pero según un periódico local de su ciudad, Winona (en el estado de Minnesota), la mujer falleció hace tres días por causas que se desconocen. 

Por último, varios medios internacionales se han hecho eco de tres casos de ancianos de 103 años que han logrado curarse: la monja Maria Hickey, residente en la ciudad irlandesa de Cork; Zhang Guangfen, ciudadana china natural de Wuhan y una mujer iraní de la que ni el Gobierno ni los medios de comunicación de este país de Oriente Medio han ofrecido más información.