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“Esta Escuela de Verano se convierte en un espacio seguro para los niños”

En los recreos, se unen todos los alumnos de la escuela para jugar juntos // Javier Valencia

Conocemos la iniciativa educativa de la Universidad Rural Paulo Freire, en la que menores vulnerables de entre 5 y 14 años pueden pasar la época estival

Laura Caballero

La Universidad Rural Paulo Freire está desarrollando la IV edición de su Escuela de Verano, en esta ocasión centrada en la figura del rondeño Julián de Zulueta y Cebrián. 55 menores de entre 5 y 14 años, en situación de vulnerabilidad, van a disfrutar de esta iniciativa durante los meses de julio y agosto, tanto en Ronda como en Arriate.

Juan Francisco González, monitor de la sede de Ronda, afirma que esta iniciativa “se hace porque a los niños les hace falta, aunque también a sus familias. Esta escuela es diferente, no solo se busca que los niños jueguen, que estén en la piscina… aquí intentamos enseñarles algo más”.

Otra de las monitoras, Beatriz Sánchez, explica que “este es un buen punto de encuentro donde intentamos que se vayan desarrollando, funcionen bien, se comporten, sepan ciertas normas de convivencia y que se lo pasen bien, que es fundamental”. Sánchez también ha asegurado que esta escuela es “un espacio seguro donde los niños pueden desapegarse de esa situación difícil de las casas”.

Esta escuela también cuenta con un aula específica para niños con discapacidad o necesidades especiales. Durante los recreos, muchos de sus compañeros de otras clases van a jugar con ellos. “Es un cúmulo de emociones. Tienen rutinas establecidas, pero queremos que se relacionen con los demás niños del cole. También hacemos actividades conjuntas”, explica Miriam González, pedagoga terapéutica.

Este año, la escuela ha recibido un total de 89 solicitudes, aunque finalmente solo se han podido conceder 55 plazas. Ana García, presidenta de la Universidad Rural Paulo Freire, ha dado a conocer que se ha intentado contar con más aulas específicas, aunque no se ha podido conseguir.

Hay que recordar que esta Escuela de Verano nació para ayudar a las familias vulnerables, buscando garantizar al menos dos comidas al día para estos niños, una vez finalizado el curso escolar, aunque edición tras edición se ha convertido en un lugar de ocio y aprendizaje que los pequeños esperan con ganas.