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La tecnología, aliada de la viticultura

Esta tecnología permite detectar cuánta agua usar, dónde y cuándo, dentro del viñedo. // CharryTV

Bodegas Conrad, gracias a un proyecto experimental, usa drones, un rover y sensores para manejar su viñedo y ahorrar agua en su riego

¿Cómo ayuda la tecnología a manejar un viñedo? En Bodegas Conrad, situadas a pocos kilómetros de Ronda, en la carretera entre ésta y El Burgo, usan en la actualidad drones, un rover y sensores para ello, con el objetivo principal de ahorrar agua en el riego del mismo, en el contexto actual de sequía por los efectos del cambio climático. “Permite detectar cuánta agua usar, dónde y cuándo”, explica Pasquale Cirigliano, del Centro di ricerca viticoltura ed enología (CREA), que desarrolla WineGRover, el proyecto en el que se enmarca esta experiencia en Ronda. También se desarrolla en Italia, financiada igualmente con fondos europeos, mediante Life Programme.

“Los sensores repartidos por las viñas y el dron que sobrevuela todo el terreno, envían información precisa del estado del cultivo, estos datos se procesan en una plataforma de gestión de IoT (Internet of Things) y el robot de exploración (comúnmente llamado rover) permite complementar la información a pie de plantas. El objetivo es ayudar a las bodegas en un momento en el que el estrés hídrico y la falta de agua son el principal problema de la viticultura”, ha mantenido Cirigliano, junto con Rodrigo Nieme, enólogo de Conrad; por Clara Plata, directora de proyectos de Smart City Cluster; y, entre otros, por Manuel Montero, en representación del Life Programme.

Este proyecto de agricultura de precisión está coordinado por el Departamento de Innovación en Biología, Agricultura y Bosques de la Universidad de Tuscia, en Italia, y cuenta con la participación del CREA, de la Universidad de LUISS, también en Italia, de Smart City Cluster, en España, y las empresas Setel, Wellness e INOVA+, de Italia, España y Portugal, respectivamente.

“Entre sus resultados se pretende la reducción del uso de plaguicidas hasta un 85%, el de fungicidas hasta un 30% y el consumo de agua hasta un 90%, además de que contribuya a los objetivos climáticos europeos con un decrecimiento del 25% en el CO2 que genera cada tonelada de uva cosechada. Todo ello, con un ahorro en los costes de producción que puede oscilar entre el 20 y el 30% en total”, han dicho este jueves en esta bodega.

Plata, destacó la colaboración de España, Italia y Portugal en este proyecto y añadió que se espera que “el mercado mundial de la agricultura de precisión crezca en torno a un 13% cada año hasta alcanzar los 9.500 millones de euros en 2025”. “La agricultura de precisión se ha convertido en un poderoso aliado en la obtención de productos de alto valor ecológico añadido con un menor impacto en el medioambiente y la salud de las personas”, terminó.

Nieme, por su parte, insistió en los efectos del cambio climático en el viñedo: “Yo produzco vino en Ronda desde el año 2006 y la vendimia entonces comenzaba la segunda semana de septiembre. Este año hemos comenzado casi en la primera semana de agosto. Hay una evidencia clara de que el clima ha cambiado. Viendo la necesidad que teníamos de mejorar la eficiencia hídrica de la bodega, contactamos con este programa”, contó.