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“Los jóvenes tienen mucha suerte de tener en Ronda un conservatorio profesional”

Baena imparte clases en el Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra de Málaga. // Rubén Baena.

El rondeño Rubén Baena es profesor de guitarra y ha publicado este verano dos EP

Paloma González

El músico rondeño Rubén Baena ha publico este verano FAZA (Audioguía de coaching agresivo) y HAZBE (Audioguía en Idioma Transmutable). Son dos EP de cinco canciones cada uno, grabados con varios años de diferencia y con sonidos diferentes.

“El primero lo grabé hace varios años en Ronda, en el estudio de Tornay, con Rafael Marín. Ahí contaba con e batería Borja Díaz. Ese material lo dejé en barbecho y volví a hacer más cosas que grabé después en Granada junto a Vasilios Sliaras. Las dos cosas eran muy diferentes, por lo que tomé la decisión de separarlos”, explica.

Ambos están disponibles en plataformas como Spotify y se pueden adquirir en formato digital en www.bandcamp.com

Baena se define como un apasionado de la música y asegura que todos estos proyectos los hace, literalmente por amor al arte:

“Mi sustento económico es otro. Yo soy profesor de guitarra por lo que el hecho de componer o publicar mi propia música lo hago desde una perspectiva más relajada. Lo hago, lo subo y lo comparto para que la gente lo disfrute”.

No obstante, reconoce que tocar en directo siempre es un gustazo para un músico y no descarta organizar algo en Ronda para presentar sus últimos trabajos.

En cuanto al ámbito académico, el rondeño ha explicado que este año imparte sus clases en el Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra de Málaga. “Muchos rondeños lo conocen porque fueron a estudiar allí. Yo era uno de ellos. Todos los viernes nos dábamos la paliza en autobús para poder llegar”.

En este sentido, Baena ha celebrado que Ronda pueda contar en la actualidad con un conservatorio profesional de música.

“Recuerdo esa etapa como una nebulosa extraña. No sé ni como aprobé el grado. Tampoco le saqué todo el partido y creo que tiene mucho que ver con los desplazamientos y tantas horas de coche. El tener que ir a Málaga cansaba mucho y muchos chavales con talento lo acababan dejando”, señala.

Como profesor, el rondeño ha invitado a todos los jóvenes a que aprovechen esta oportunidad y les ha dado un consejo de cara al próximo curso:

“Tocar un instrumento requiere mucha disciplina y esfuerzo, pero la música es diversión. No vale la pena dedicarle tantos años de tu vida si no te lo pasas bien en el proceso. Por eso, si el alumnado se aburre o los familiares detectan que está perdiendo el interés, que le den un tirón de orejas al profesor”.