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"A María de la Paz Fernández, alcaldesa de Ronda"

El cineasta escocés Paul Laverty, junto a José María Riba durante la celebración del I Festival de Cine Político de Ronda. // Pipo Fernández

Carta de José María Riba, Subdirector del I Festival de Cine Político de Ronda

Señora alcaldesa,

Me llamo José María Riba y formo parte del equipo que Piluca Baquero constituyó para organizar el I Festival de Ronda: Cine Político para el Siglo XXI. Con el cargo de subdirector, me encomendó el diseño y programación de esta manifestación.

En todos los avatares que se han producido antes, durante y después del festival, he confiado en todo momento en las gestiones que, con actitud siempre positiva, ha intentado Piluca Baquero. Primero con el anterior alcalde, y luego con usted para resolver una situación que nos está causando a todos un daño enorme.

Pero varias razones me llevan ahora a romper el silencio y por primera vez dirigirme directamente a usted.

La primera razón, su silencio pertinaz. Me resulta incomprensible, y más después de haber dicho a Piluca Baquero, tras asumir usted el cargo de alcaldesa, que nos escribiría a cada uno de nosotros para explicar cuál es la situación y hacer alguna propuesta de pago concreta. Meses después, no ha hecho nada de esto. Creo que los profesionales que aceptamos en su momento el reto de sacar adelante o participar en este Festival de Ronda nos merecemos al menos un mínimo de consideración.

La segunda, comprobar impotente que uno de los premiados, Carlos César Arbeláez, seguía recibiendo un año después, en noviembre de 2011, mensajes de la interventora del Ayuntamiento pidiendo documentos bancarios que ya ha mandado varias veces o dándole a entender que el pago de su premio dependía de otra persona o departamento. Los mismos mensajes que nosotros hemos tenido antes, durante y después del festival en lo referente a pagos. Ha transcurrido más de un mes desde entonces y Arbeláez, como todos los demás, sigue sin cobrar. Esta variante del "vuelva usted mañana, falta un documento, vaya a la otra ventanilla" como método de ganar tiempo me parece sencillamente indigna. Una falta de respeto con este hombre de cine que con "Los colores de la montaña", la película premiada por el público en el Festival de Ronda, representa ahora a Colombia en los Oscar.

La tercera razón también tiene que ver con este mismo cineasta. Si no nacer, sí le vi crecer con esta película cuando ni siquiera la tenía acabada. Desde entonces hemos mantenido una relación de amistad y respeto que le hizo preferir la invitación de un festival naciente y por lo tanto sin más garantías que conocernos personalmente. Ese fue asimismo el caso de los demás participantes en el festival: acudieron a Ronda en base a la confianza. Por lo tanto, leer ahora en facebook que Arbeláez se pregunta "quién dice la verdad", o que en Radio Nacional nos achaque a Piluca Baquero y a mi todo este asunto de impagos, me ha dolido mucho, me resulta insoportable. Esas dudas y esos malentendidos le correspondía y corresponde a usted disiparlos públicamente. No consigo explicarme por qué no lo hace.

La cuarta, como puede suponer, ha sido el artículo publicado por Charry TV. Yo sí quiero tener con usted la deferencia de escribirle, para comunicarle incluso primero que a nadie las puntualizaciones que me merece dicho artículo y que le adjunto. Dejo de lado las afirmaciones perentorias de su antecesor, los números que maneja -fantasiosos como bien sabe usted-, tampoco quiero ceder a la facilidad de hacer leña del árbol caído y hasta le reconozco el empeño de lanzar un festival bastante atípico. Lo que me ha preocupado sobre manera han sido las palabras que el autor del artículo pone en boca de usted y sobre todo la coletilla final: "...se pagará lo que se debe, si hay que hacerlo". Las dudas sobre nuestra probidad y de todo tipo que resumen esas palabras son una nueva afrenta y reflejan un cambio total de actitud con respecto a la que transmitió usted a Piluca Baquero.

El festival celebrado en noviembre de 2010 dio mucho que hablar, mucho más sin duda a nivel nacional e internacional que a escala local. Desde enconces, Ronda es tema recurrente en los viajes profesionales que me toca hacer a lo largo del año, de Berlín a Cannes pasando por los últimos a Barcelona o Buenos Aires. Ante las preguntas, interrogantes, aparición de noticias espectaculares en la prensa, siempre he mantenido una actitud de prudente y comprensiva esperanza. Sobre todo frente a quienes legítimamente pedían explicaciones, los premiados en particular.

Pero estos elementos que he enumerado me llevan a concluir que yo también he sido un iluso y siento una decepción profunda. En mis largos años de práctica del periodismo y organización de festivales nunca me había encontrado con una situación como esta. Acepto la responsabilidad de haber confiado en las autoridades municipales de Ronda, y bastante lo estamos pagando en pérdida de capital confianza, pero no puedo seguir dando la callada por respuesta a quienes puedan pensar que de los organizadores del festival es también la responsabilidad de los incumplimientos de la corporación. Eso no, y menos cuando el festival que proponíamos se pretendía, qué paradoja, reivindicar el buen ejercicio de la política en este inicio de siglo.

No me queda más que encarecerle que solucione esta situación porque en su mano tiene predicar con el ejemplo, como pretendía el festival. Nosotros hicimos nuestro trabajo con ilusión y esmero profesional. Cumplimos nuestra palabra entonces y siempre nos quedará eso, la palabra. Para reclamar justicia y romper esta indigna barrera de silencio.

Un saludo.

José María Riba